American Bureau for Post-humans (ABP)

El American Bureau for Post-humans (ABP) es la agencia gubernamental de los Estados Unidos creada tras la salida del país del Consejo Internacional de Superseguridad (CISS). Su establecimiento marcó un giro drástico hacia el aislacionismo, el secretismo y la militarización del fenómeno metahumano en EE. UU.

Surgido apenas trece días después de la investidura del nuevo presidente, el abandono del CISS abrió la puerta a un organismo propio, no supervisado por la ONU, con total libertad para definir sus protocolos, operaciones y estrategias en torno a los superseres.

Funciones y Mandato

El ABP opera como el órgano máximo de control metahumano dentro de EE. UU., con competencias que incluyen:

  • Defensa nacional frente a amenazas metahumanas o extradimensionales.
  • Supervisión y reclutamiento de superseres en territorio estadounidense.
  • Desarrollo de programas militares con participación de metahumanos.
  • Gestión de información clasificada sobre incidentes superhumanos.
  • Control total sobre los grupos operativos que actúan dentro del país.

La agencia responde directamente al Presidente de los Estados Unidos, sin intermediarios ni supervisión internacional.

Infraestructura y Alcance

El ABP cuenta con bases repartidas por todo el país, además de un complejo central situado en Hawái, en el islote volcánico de Matā, cuya localización exacta se mantiene clasificada.

Desde este enclave opera una red de:

  • analistas,
  • unidades tácticas,
  • equipos de contención,
  • y personal científico-militar especializado en superseres.

La agencia ha sido acusada por observadores extranjeros de mantener programas relacionados con la militarización directa de metahumanos, aunque el gobierno estadounidense ha negado todas las filtraciones.

Relación con la Comunidad Internacional

La creación del ABP fue recibida como un movimiento hostil por parte de la ONU y de varios gobiernos aliados. Entre las consecuencias más relevantes:

  • Reducción de la cooperación con el CISS.
  • Pérdida de canales de comunicación con organismos europeos como el CEAM.
  • Incremento de tensiones diplomáticas con países que consideran al ABP una amenaza opaca.

En términos prácticos, el ABP ha convertido a EE. UU. en un actor imprevisible dentro del ámbito metahumano global.

Controversias

Diversos documentos indican que:

  • el ABP controla pruebas secretas realizadas por el gobierno,
  • clasifica prácticamente toda la información relacionada con superseres,
  • y ha establecido programas de vigilancia internos de carácter masivo.

También se especula que existen equipos enteros de metahumanos adscritos al ejército, aunque ninguno ha sido reconocido oficialmente.

Situación Actual

El ABP opera a pleno rendimiento, con un nivel de secretismo sin precedentes.
Para la comunidad internacional, es una de las agencias más peligrosas, herméticas y políticamente tensas del mundo moderno.

Su mera existencia marca el distanciamiento definitivo entre Estados Unidos y la arquitectura global de seguridad metahumana.