La Legión Sangrienta
La Legión Sangrienta nació en silencio, lejos del brillo de los grandes supergrupos y al margen de cualquier institución oficial. Surgió entre los márgenes, allí donde se acumulan los olvidados, los rechazados y los que ya no encuentran un lugar en el mundo. Su creador, Julián Provencio, entendió algo que muchos pasaron por alto, no hay poder más fácil de moldear que el de un corazón herido.
Provencio no buscó héroes ni villanos, sino personas rotas. Individuos que habían sido expulsados de equipos, condenados por sus propios errores o devorados por el mundo sin que nadie tendiera la mano. Él les ofreció exactamente lo que ansiaban, pertenencia, respeto y un propósito al que aferrarse cuando ya no quedaba nada más. Y así, con promesas susurradas y un liderazgo incuestionable, reunió a un grupo que jamás debió existir, pero que jamás volvió a sentirse solo.
La Legión se convirtió en un refugio para quienes habían perdido su lugar, pero también en una herramienta peligrosa. Sus acciones hablan de un grupo que se mueve entre dos sombras, la violencia y la esperanza. En Gibraltar sembraron el caos enfrentándose a bandas criminales. En Santander, en cambio, ayudaron en operaciones de rescate junto a supergrupos establecidos. Para unos, la Legión es una secta. Para otros, un ejército por nacer. Para muchos, un enigma que no deja de reconfigurarse.

Modus operandi
Sus acciones son ambiguas, pueden realizar ataques violentos contra bandas rivales en Gibraltar, pero también aparecer inesperadamente como aliados improvisados en rescates o situaciones de crisis.
La Legión Sangrienta opera desde las sombras, sin una base conocida y sin una bandera que los defina. Su paradero actual es un misterio, y ninguna agencia ni supergrupo ha conseguido localizarlos desde hace meses. Para unos, es una señal de que se están reorganizando. Para otros, una advertencia de que su próximo movimiento será decisivo.
“No somos villanos. Somos la consecuencia de vuestra indiferencia.” — Manifiesto encontrado en una guarida abandonada.